El chamullo en Chile es el acto de “hablar o escribir con intención persuasiva, pero falazmente o sin argumentos sólidos” . Un acto que entre los chilenos puede ser muy común y que en lo personal me ha ayudado a conseguir más que alguna cosa en la vida, entre ellas hasta un título profesional. Aún así, como un fiel seguidor del poder del chamullo, debemos admitir que el chamullo no sirve en el posicionamiento de una web.
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¿Qué es el chamullo?
El chamullo es hablar de forma persuasiva y es la manera “a la Chilena” que utilizamos con la intención de convencer a otras personas, normalmente sin argumentos sólidos que avalen lo que decimos. En otra palabra, meter palabras entre medio para extender nuestras oraciones y que suenen más convincentes.
Este método puede ser muy efectivo en una conversación de tú a tú, donde puedes ir viendo el estado y reacción de tu público, adaptando tu discurso a lo que vaya sucediendo.
Lamentablemente este mismo método no tiene tanto resultado en escrito, menos en el internet y mucho menos en el caso de textos que busquen optimizar tu posicionamiento web.
Tarde o temprano, el exceso de chamullo te puede jugar en contra.
¿Por qué no chamullar?
El tiempo medio de permanencia de un usuario en internet es de 40 segundos ¿Qué alcanzas a leer en 40 segundos? No más que uno cuandos párrafos.
Una alta tasa de rebote en tu sitio afecta de forma catastrófica tu posicionamiento en los buscadores. Es por esto que el uso excesivo de palabras para embellecer tus textos sólamente te jugará en contra. Perjudicando la lectura de tu público y haciendo que salgan de tu página. En otras palabras rebotando.
Además de esto …¿Sabías que la cantidad de palabras recomendables para un párrafo agradablemente legible no son más de 300?. Es por esto que actualmente muchos sitios prefieren tener párrafos cortos en vez de grandes sábanas de texto. Esto permite la sensación de recibir mucha información en un texto de forma rápida, cosa que para alguien que está apurado buscando en un sitio la cantidad de palabras recomendables en un párrafo la encontrará rápidamente y se irá contento de nuestro sitio y quién sabe, quizás hasta vuelva.
Chamullando sólo lograremos frustar más a nuestro lector.
¿Qué puedo hacer en vez de chamullar?
Ya estamos claro que el “chamulleo” es perjudicial. Pero ¿qué soluciones tenemos?
Lo primero es simplemente dejar de chamullar, de golpe. Sé que es difícil, pero es la solución más instantánea que tenemos. Ahora, similar con otras adicciones esto es un poco agresivo, así que ¿cómo podemos ir dejando este vicio de a poco?
Una opción para ir trabajando nuestra adicción es el uso de negritas. Esto nos permitirá guiar la lectura de nuestro usuario, permitiéndole encontrar la información que busca de forma rápida y entendible, como ya lo estás experimentando al leer estas líneas.
Otro proceso que nos puede ayudar a dejar de lado el vicio del chamullo es el uso de contadores de palabras. 300 palabras es el máximo que debiese tener un párrafo, pero podemos ponernos metas para ir disminuyendo este número. Poco a poco aprenderemos a seleccionar mejor las palabras que son útiles y las que simplemente llenan de aire nuestro texto.
Un buen uso de las herramientas nos puede permitir guiar la lectura de nuestro público.
Conclusión
El chamullo es muy mal hábito al momento de escribir. Podrá haber sido útil durante la universidad, cuando la cantidad de caracteres mínimas era un requisito, pero cuando escribimos para una página optimizada que busca mejorar su posicionamiento es muy perjudicial.
Los tips entregados previamente buscan ayudar un poco en este proceso que lo más seguro, para muchos escritores, no sea algo que conseguiremos de un día al otro. Es un proceso largo, ya que siempre se puede mejorar la escritura.
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